jueves, 1 de junio de 2017

Novedades de June 01, 2017 at 07:03AM


Un gran problema que tenemos los apicultores es la adquisición de cera. Ésta, al contrario que la mayoría del resto de productos de cualquier tipo, no pasa ningún control de calidad, así que, con mucha frecuencia, está adulterada con distintas sustancias. La falsificación puede ser tan buena que es indetectable tanto para el apicultor como para el comercial, pero a quien no engaña es a las abejas. En la foto, una lámina rechazada por ellas. Como veis, construyen unos panales propios paralelos a la lámina, los cuales ni tan siquiera pueden hacer al completo. La pérdida, en estos casos, puede ser considerable, ya que una lámina de cera estampada cuesta un eurazo, más o menos.

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