Cuando la meteorología lo permite, las abejas aprovechan para ir sacando restos que se acumulan durante el invierno. Las virutas de cera provienen de las celdillas que abren para acceder a la miel, que les habremos dejando en abundancia.
Aquí, el visitante puede hacerse una idea simple, pero exacta, de cómo y dónde trabajamos y de lo que ofertamos. Aunque, desde luego, no desdeñamos vender a cualquier parte, nuestra pretensión es que la adquisición de la miel esté precedida de una vuelta por esta página y, quizá, de una visita a alguno de nuestros colmenares, logrando así que el consumidor disfrute plenamente de un producto tan extraordinario como es la miel. Esperamos verte en persona.
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