Después de haber organizado varios cursos sobre Vespa velutina y haber editado un pequeño pero completísimo manual, hoy hemos asistido a otro curso organizado por la Administración del Principado e impartido por otras personas. La conclusión es que estamos más que orgullosos de nuestro trabajo, pese a su poca repercusión, y que es una lástima que profesionales excelentes, como Ornia, el técnico que colabora con nosotros, pueda caer en desgracia y en el olvido más absoluto. Para buscarse bien la vida, no hay como ser un buen relaciones públicas. En caso contrario, siempre habrá que navegar contra corriente.
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