Nuestros colmenares

En las inmediaciones del pueblo de Vilarín tenemos dos colmenares:
    El más antiguo, construido hacia el primer decenio del siglo XX, es un "cortín", una estructura concebida para defender las colmenas tanto de la fauna silvestre como de los animales domésticos que pueden derribarlas (cabras), así como de fuegos, ladrones y otras amenazas. Este colmenar es conocido como Caxigueira, y de él obtenemos, sobre todo, miel de setembría (calluna). El emplazamiento, que tenía cabida para muy pocas colmenas antiguas (trobos), se ha ido ampliando para aumentar la cosecha, ya que es un lugar muy productivo..





        Este lugar a veces es visitado por el oso.


    Así que tenemos que protegerlo con un pastor eléctrico.

                                     

    Este otro es el asentamiento que hemos hecho al lado para dar cabida a más colmenas. También tiene que estar protegido con una cerca eléctrica.

                                     
             
    Más abajo, el llamado del "Zarro Vello", es de construcción más reciente. En uno de los prados de la 
casería hicimos unos bancales en los que situar las colmenas, previendo ya un acceso fácil para una 
explotación actual. Como precaución, a partir de mayo lo rodeamos con un pastor eléctrico, pues el oso también lo ronda. De él también obtenemos una miel de setembrina y también otra más ligera, de varios brezos.




    En las inmediaciones, en otro pueblo, El Arco, también tenemos un par de apiarios. Parte de estas colmenas son trashumantes: a finales de invierno bajamos las colmenas a San Tirso, Porzún y Taramundi y luego, en verano, cuando ya el avispón asiatico no las las deja trabajar, cosechamos y las volvemos a subir, para que liben el brezo.




    Además tenemos colmenas en varias explotaciones de arándanos y kiwis, a donde las hemos llevado para polinizar. Estas, que se sitúan en lugares con una flora más variada, nos dan una miel, evidentemente, multifloral, aunque suelen dar muy buen castaño.
    Las de la foto, por ejemplo, están en Porzún,Vegadeo. La instantánea es de uno de los momentos en que montamos y desmontamos el colmenar.


  Otro asentamiento lo tenemos en Taramundi. El hecho de disponer de varios colmenares a distintas altitudes y vegetaciones variadas nos permite escalonar las cosechas y trabajar con la multiplicación de colmenas.
   También hemos bajado varias al complejo agroturístico de Amaido, en San Tirso de Abres Como en toda la finca se trabaja "en ecológico", estamos muy tranquilos respecto a intoxicaciones derivadas del uso de biocidas varios de los que con tanta alegría e irresponsabilidad en el sector agrícola, predominante en las áreas bajas.

                                      


    Estos dos ultimos asentamientos se han convertido en estacionales, ya que, como explicamos anteriormente, la presion ejercida por el avispón asiático nos obliga a trasladar las abejas a otros sitios.

    Esta dispersión de colmenas, que a veces nos resulta engorrosa, nos permite disponer de distintas mieles, para distintos gustos.